Kamala Harris, quien será la primera persona de color que ocupará el cargo de la vicepresidencia de Estados Unidos, llamó incansablemente durante la campaña electoral a una movilización histórica de mujeres y minorías, denunciando los intentos de obstruir el voto en los estados tradicionalmente republicanos.
Su triunfo fue aupado por un movimiento feminista que se identificó con Harris, quien el discurso para agradecer por la victoria y el apoyo dado por los electores vistió un traje blanco, diseñado por Carolina Herrera, para rendir tributo a las sufragistas que lucharon en décadas pasadas porque las mujeres tengan el derecho al voto.
En entrevista con SBS Spanish, Cathy Albisa, de la organización de apoyo comunitario Race Forward de Nueva York, recalcó que "nunca he visto un movimiento feminista unido, multirracial y multicultural", al mencionar a este grupo conformado por féminas tanto asiáticas como latinas, musulmanas como blancas.
Albisa también recalcó que el triunfo de Harris trae mucha esperanza a un Estados Unidos que ha estado y sigue estando dividido y que presenta "un marco político muy complicado".
Pero su presencia también refleja que "la democracia multicultural y multirracial es posible" y que abre la puerta a que se tomen mejores decisiones y de "mayor calidad" para todo el país.
Albisa citó estudios que demuestran que la experiencia amplia, como lo es la multicultural y multiracial, permiten tomar decisiones de calidad, dado que una óptica monocultural o monoracial no permite saber cómo funciona una sociedad en toda su dimensión.
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