Familias separadas por el cierre de fronteras con Sudamérica enfrentan con angustia la Navidad

María López, varada en Argentina con su familia

María López quedó varada en Argentina con su bebé recién nacida y su hijo, con una enfermedad y separada de su marido quien se encuentra en Australia. Source: Supplied

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Cerca de 37,000 australianos se encuentran varados en el extranjero sin poder volver a casa por Navidad. La pandemia del coronavirus ha dejado a muchas familias separadas en medio de problemas económicos y de salud. El gobierno justifica la lentitud de las repatriaciones por la limitación de plazas de cuarentena hotelera, mientras la oposición critica la entrada en Australia de cientos de ciudadanos extranjeros "privilegiados" que pagan visas de inversión empresarial.


Decenas de miles de australianos no llegarán a casa a tiempo para la Navidad desde los puntos críticos de COVID-19.

El primer ministro Scott Morrison culpa del lento progreso en el retorno de las personas varadas a la limitada capacidad de cuarentena de los hoteles estatales.

Mientras, funcionarios del departamento de exteriores dijeron que 304 titulares de visas de inversión e innovación empresarial habían llegado a Australia en septiembre y octubre.


Puntos destacados:

  • Cerca de 37,000 australianos se encuentran varados en el extranjero sin poder volver a casa por Navidad. De ellos, 8,000 están en situación vulnerable.
  • Familias que han quedado separadas durante meses entre Sudamérica y Australia piden al gobierno que no les excluya de los planes de repatriación.
  • El primer ministro Scott Morrison insiste en que lo que obstaculiza el regreso de los varados es la limitada capacidad de cuarentena de los hoteles.

En medio de esta controversia, miles de familias separadas por los cierres de fronteras y con problemas económicos y de salud ansían poder volver a Australia mientras ven con desesperación cómo el gobierno ignora a Sudamérica en sus planes de repatriación.
María López forma parte del grupo de 37,000 australianos que se encuentran varados en el extranjero.

Residente de Perth, ella viajó en Febrero a Salta, en Argentina, junto con su marido, su hijo y su niña recién nacida, a la que quería que la familia conociera.

El plan era quedarse en Argentina hasta Abril, y entre tanto, en Marzo, su marido tuvo que viajar de vuelta a Australia para trabajar por un par de semanas.

Fue entonces cuando se declaró la pandemia del COVID y las fronteras se cerraron.

María y su marido quedaron separados y llenos de angustia por los problemas de salud de María, quien explicó a SBS Spanish cómo la enfermedad autoinmune que padece la deja muy debilitada y vulnerable ante el coronavirus.

“Yo tengo un lupus que es una enfermedad autoinmune y con medicamentos, que sólo se pueden conseguir en Australia, hasta final de abril. Mi hija también era prematura y tiene una condición del corazón que tenía que estar controlada con los especialistas en Australia, así que me quedo un poco nerviosa acá en Argentina”, explica María.

Gracias a un amigo argentino que pudo salir en un vuelo de repatriación desde Australia, y que le llevó sus medicamentos, María pudo seguir recibiendo su tratamiento, pero con el estrés de la situación, los síntomas de la enfermedad empeoraron.
María López, varada en Argentina con su familia
María López quedó varada en Argentina con su bebé recién nacida y su hijo, con una enfermedad y separada de su marido quien se encuentra en Australia. Source: Supplied
Ahora María tiene que recibir quimioterapia en Argentina, sola y a cargo de sus dos hijos, sin saber cuándo podrá regresar a su casa en Perth, ni cuando su marido podrá viajar para buscarla, ya que ella no puede viajar sola.

“Mi marido no puede salir de Australia tiene que pedir una exención  de viaje, lo que está tratando de hacer para volver lo antes posible antes de Navidad para diciembre”, detalla.

La situación de María no es una excepción. Otras familias han quedado también separadas por el cierre de fronteras, como es el caso de Hugo y Sherill, padres de dos niñas y que se encuentran varados en Chile.

La familia al completo, residente de Melbourne, se encontraba en Santiago acompañando al abuelo, padre de Hugo, quien sufría de cáncer. Tras su muerte, comenzaron a planear la vuelta a Australia, para que la hija mayor, Tabatha empezara el colegio en Febrero.

Tras mandar a Tabatha a Melbourne, al comienzo de las clases, el resto de la familia compró sus pasajes para viajar en Abril, pero se declaró la pandemia, los vuelos se cancelaron y la familia quedó separada.

Hugo explica lo complicado de la situación.

“Ella cayó en una depresión porque le costó un poco, ella está con los abuelos, pero le falta el papá, la mamá, la hermana, y ha sido difícil, la adaptación para ella y para nosotros.

Ya estaríamos allá con ella y no se ha podido por todo esto. Si no me dejan entrar a mí, que al menos dejen entrar a mi mujer y mi hija que son australianas”, reclama Hugo.

La familia va subsistiendo con ahorros, pero estos se acaban y las posibilidades de trabajar para poder mantenerse son escasas.

Hugo es entrenador personal independiente y en Chile ha trabajado entrenando equipos de futbol infantil, pero con las restricciones del COVID-19 el trabajo se detuvo y tuvieron que solicitar ayudas al gobierno chileno.

“Pedimos ayudas del gobierno para pagar la renta, una ayuda de bonos para comer, eso lo usé mientras se pudo, pero ahora ya no está”, detalla Hugo.
Cheryl y Hugo con sus hijas Tabatha y Kiana
Cheryl y Hugo con sus hijas Tabatha y Kiana Source: Supplied
Historias muy similares a estas son protagonizadas por los 37,000 australianos atrapados en el extranjero.

Ocho mil de ellos están clasificados como vulnerables.

El primer ministro Scott Morrison insiste en que lo que obstaculiza el regreso de esas personas es la capacidad de cuarentena de los hoteles.

“Ayudamos a la gente. Estamos buscando traerlos a casa. No es fácil. La razón por la que está tardando tanto es que tenemos que mantener nuestro sistema de cuarentena, y también la integridad del mismo, que esté funcionando para proteger a los australianos”, dijo Morrison.

La Senadora laborista, Penny Wong, acusó en octubre al gobierno de Morrison de permitir la entrada a Australia a cientos de ciudadanos extranjeros "privilegiados" que pagan visas de inversión empresarial, argumentando que están quitando las plazas de cuarentena de hoteles a los miles de australianos varados en el extranjero.

El líder del Partido Laborista, Anthony Albanese, cuestionó por qué el gobierno federal aún no ha facilitado el regreso seguro esas personas.

"¿Por qué el gobierno no tiene sistemas para lidiar con estos problemas? Todo esto no es suficiente. No debería ser necesaria la intervención del líder del Partido Laborista o de los ministros de la oposición Kristina Keneally o Penny Wong para traer a los australianos a casa.", apunta Albanese.

El gobierno australiano comenzó a organizar vuelos de repatriación con Qantas, para traer a casa a cerca de 5,000 Australianos desde Sudáfrica, India y varios países europeos. 

SBS Spanish preguntó al Departamento de Relaciones Exteriores si planean extender las repatriaciones con vuelos desde Sudamérica, pero al cierre de este reportaje, no se ha obtenido respuesta.

Vuelos alternativos al alcance de unos pocos

Victor Escobar, Australiano-Chileno, estuvo varado 11 meses en Sudamérica, después de haberse ido a pasar tiempo con su pareja, quien vive en Argentina.

Durante ese tiempo envió cartas a varios senadores australianos para hacer presión sobre su situación y la de otros compatriotas, pero según explica, nunca recibió respuesta.

“¿Qué hicimos mal, para recibir de ustedes, Senadores, un fuerte portazo en nuestra cara? visitar a nuestras familias? o simplemente disfrutar lo que ganamos con nuestro trabajo?                  

El Honorable Primer Ministro dijo: "Tuvieron tiempo suficiente para volver ". Nunca fue así, el 15 de marzo, muchos países de América del Sur cerraron sus fronteras; y con ellos sus Aeropuertos.  Qué tiempo tuvimos ? ! Ninguno! Nos han abandonado”, decía Víctor en su carta.
A pesar de todo, Víctor es uno de los pocos afortunados que consiguió volver a casa, gracias a la iniciativa de una agencia de viajes de Nueva Zelanda, X travel.

La agencia organiza vuelos chárter para repatriar neozelandeses atrapados en Sudamérica y de paso, ofrecen plazas a ciudadanos australianos.

Víctor llegó a Sídney en uno de esos vuelos desde Santiago de Chile, y tras pagar cerca de 3,100 dólares. 

Él podrá pasar la Navidad con su hijo en Melbourne, pero el sentimiento que le queda es agridulce.

“Bueno, yo me siento gratificado y también me siento con bastante pena por los que quedaron, porque luego de 11 meses, uno desea volver a casa.

Pero aquellas personas que tienen su familia y que quedaron algunos de sus hijos acá en Australia y ellos fueron a Sudamérica y se quedaron allá varados. Pienso que debe ser bastante duro para ellos”, asegura Víctor.
Víctor Escobar con su pareja
Víctor Escobar con su pareja Source: Supplied
La agencia Xtravel explicó a SBS Spanish que en el vuelo viajaron 102 pasajeros, entre ellos, personas de Perú, Colombia, Ecuador, Uruguay, Chile y Argentina.

Niki Davies, una de las co propietarias de la agencia, dijo que las negociaciones con las autoridades australianas fueron difíciles por las limitaciones en el número de llegadas internacionales.

“Tuvimos que hacer un montón de trabajo para organizarlo, y de hecho solo teníamos espacio para 38 pasajeros, pero por diferentes motivos conseguimos otros 32, luego otros 38, por lo que pudieron haber sido muchas menos personas, pero al final conseguimos subir a unas 100 personas”, detalla Niki.

Xtravel explica que preparan otros dos vuelos para enero y febrero y que en los últimos tres meses les han contactado cerca de 500 personas, queriendo volver a casa desde Sudamérica.
Los Gobiernos Federal y del Territorio del Norte acordaron duplicar la capacidad en las instalaciones de cuarentena de Howard Springs, para duplicar las plazas, de 500 a 1,000 viajeros por quincena.

La ministra de Familia y Servicios Sociales, Anne Ruston, explica el desafío que enfrenta el Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio (DFAT por sus siglas en inglés).

“El gobierno está haciendo absolutamente todo lo que puede para que los australianos regresen a casa. Claramente lo hacemos en un entorno en el que tenemos que ser muy conscientes de la seguridad y la salud de los australianos aquí en Australia.

Solo tenemos que mirar lo que sucedió en Victoria y Australia del Sur para darnos cuenta de que es muy frágil, así que tenemos que encontrar un equilibrio.

Actualmente estamos trabajando con el Territorio del Norte para aumentar la capacidad de Howard Springs para que podamos llevar a más australianos a casa antes."

Las familias enfrentan con angustia una Navidad separados

Durante los diez meses que ya llevan separados de su hija Tabatha, Hugo y Sherril se han perdido el quine cumpleaños de la niña, y ahora pasarán también separados la Navidad.

A Sherril, se le hace particularmente duro.

“Es muy duro. Que por favor organicen un vuelo que salga de Latinoamérica para que podamos volver, no entiendo por qué están permitiendo vuelos de otros países, pero por qué no puede salir un vuelo de aquí de Chile y si no de Argentina, donde están la mayoría de australianos atrapados aquí, que no se olviden de nosotros”, ruega Sherril.

María López, espera al menos poder volver a casa en febrero, donde tiene que reincorporarse a su trabajo de docente en Perth.

Mientras sigue en Salta con su tratamiento para controlar el Lupus, ella espera que su marido pueda viajar a Argentina para ir a buscarla a ella y sus hijos.

María explica que su fe le ayuda a mantener la esperanza.

“Bueno yo soy cristiana entonces tengo la fe Dios y eso es lo que me ayuda y lo que me da esperanza.

Es una situación difícil y hay mucha gente que está en una situación similar o peor y lo tenemos que hacer es seguir luchando y seguir para adelante”.

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