Los resultados del test educativo que mide los niveles de alfabetización y aritmética en los estudiantes australianos han arrojado datos relevantes: Por un lado, la mala noticia de que casi el 25 por ciento de los alumnos no cumple con el estándar mínimo nacional en escritura, pero sin embargo hemos visto que en los estados de Nueva Gales del Sur y Tasmania, los niños de familias inmigrantes y que crecen hablando otro idioma además del inglés, están superando a los hablantes nativos de lengua inglesa en las pruebas de ortografía.
El gobierno ha mostrado preocupación por el retroceso general, especialmente entre los alumnos de grado nueve, y el ministro de Educación Simon Birmingham ha insistido en que los maestros deben estar armados con las mejores prácticas para aplicar en el aula.
"Claramente, queda mucho por hacer. Es por eso que este año, además de reformar el financiamiento escolar, con 25 mil millones de dólares adicionales en un enfoque basado en las necesidades, le pedimos a David Gonski que dirija un panel de expertos en educación para que vuelva a identificar cómo se pueden utilizar esos fondos de la mejor manera posible. Tenemos que asegurarnos de que los maestros, los líderes escolares, los directores estén armados con evidencias de cuál es la mejor práctica para aplicar en su clase", explicó el ministro.
¿Por qué los niños inmigrantes con inglés como segundo idioma superan en ortografía a sus compañeros nativos de inglés?
La profesora de la Universidad de Sydney, Marian Vidal, que es también experta en economía y capital humano, explica a SBS que las familias inmigrantes sacrifican muchas cosas para establecerse en un nuevo país, por lo que en general están bastante motivadas para darles a sus hijos una educación y unas oportunidades que ellos a lo mejor no han tenido.
Esto además se da en Nueva Gales del Sur, que es uno de los estados con mayor índice de personas que llegan a Australia con una visa de profesional cualificado. Estas personas pueden o no llegar a continuar con su profesión en Australia, pero es común que trasladen a sus hijos ese sentimiento de responsabilidad y sacrificio, los cuales por su parte, se pueden sentir con el compromiso de rendir bien para cumplir con las expectativas familiares.
La conciencia fonológica se transporta de una lengua a otra
La profesora Vidal comenta que los lingüistas han encontrado evidencias de que las capacidades en una lengua pueden trasladarse a otra nueva. Esto se explica a través de la conciencia fonológica, que es la capacidad de los niños de interiorizar los fonemas, sílabas, palabras o rimas.
Las investigaciones recientes demuestran que la conciencia fonológica favorece el desarrollo de la lectura y la escritura y estas capacidades son trasladables a segundos idiomas, sobre todo en edades tempranas, cuando el cerebro es más plástico.
Las ventajas del bilingüismo
Ante la pregunta de si el bilingüismo es una ventaja en sí misma a la hora de rendir en la escuela, Marian Vidal resalta que el test NAPLAN no refleja la influencia del bilingüismo en los resultados escolares, aunque sí está probado que las personas bilingües pueden encontrar más ventajas en el entorno laboral, ya que desarrollan más capacidades a la hora de socializar, empatizar con otros y leer más allá de lo que se expresa verbalmente:
“Una persona que tiene más idiomas tiene más capacidades para interactuar en un mundo cambiante donde se dan muchas culturas y donde puede leer mejor las señales no verbales.”
En ese sentido, las personas monolingües que rinden muy bien académicamente, pueden no estar tan preparadas para rendir bien en entornos cambiantes o con personas de diversas culturas.
Según Vidal, los empleadores en general prefieren a personas que se puedan desenvolver con más soltura en estos entornos donde la comunicación no verbal puede ser importante a la hora de negociar o de mantener reuniones con gente de diversas culturas.
Las niñas rinden mejor que los niños
El test NAPLAN también ha demostrado la ventaja de las niñas sobre los niños. Esto es una tendencia global, que viene ocurriendo en los últimos años y no sólo en Australia.
Las perspectivas que participar de manera igualitaria en el mundo laboral ha podido favorecer este fenómeno, aunque la profesora Vidal reconoce que esta ventaja en el mundo educativo no se traslada al mercado laboral, donde por norma general, las mujeres acaban teniendo sueldos más bajos que los hombres:
“Una vez las mujeres entran en el mercado laboral suelen acabar en ocupaciones o profesiones en las que ganan menos. El hecho de que estén aventajadas en la escuela no se traslada en una equidad en cuanto a salarios.”
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