Mientras continúan las estrictas restricciones por COVID-19 en el suroeste de Sídney, los inmigrantes y refugiados de la zona afectada por el confinamiento buscan asesoramiento sobre el trauma que esto está ocasionando.
La zona de Fairfield ha estado bajo estrictas condiciones de confinamiento tras verse desproporcionadamente afectada por un brote de la variante Delta del COVID-19, y los habitantes no pueden salir hasta el 30 de julio a menos que sean trabajadores esenciales.
Fairfield alberga una gran población de inmigrantes, muchos de ellos refugiados.
Como las tiendas han cerrado y las calles se han quedado desiertas durante el cierre, el Servicio de NSW para el Tratamiento y la Rehabilitación de Supervivientes de Tortura y Trauma (STARTTS) ha recibido autorreferencias de familias de refugiados que se han visto afectadas por la situación del COVID-19.
La semana pasada, Lifeline informó de un aumento del 25% en el volumen de llamadas que recibía en toda Australia desde el comienzo del actual brote de COVID-19.
Beyond Blue ha experimentado un aumento del 15% en el número de residentes de Nueva Gales del Sur que se han puesto en contacto con la organización en las últimas tres semanas. La demanda en Victoria también ha aumentado un 12%.
Es un momento difícil para muchas personas en Australia en este momento. Pero hay una serie de cosas sencillas que puedes hacer para cuidar tu salud mental.
Entrevistados: Jorge Aroche director del Servicio de NSW para el Tratamiento y la Rehabilitación de Supervivientes de Tortura y Trauma (STARTTS); Fabiola Bedón psicóloga clínica en Sídney.
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