Sinopsis
Para competir con China y otros países, el gobierno de Joe Biden, plantea créditos desde $7. 500 y $12. 500 para reducir el costo de los automóviles eléctricos con 50% de los componentes producidos en Estados Unidos por trabajadores sindicalizados.
A medio año y ante la mirada de los fabricantes de automóviles de Detroit el presidente Biden anunció el objetivo de que la mitad de los autos vendidos en Estados Unidos hacia 2030 sean vehículos de cero emisiones de gases contaminantes.
Sin embargo, el mandatario mexicano dijo en conferencia de prensa que su gobierno se opone a los incentivos fiscales para comprar vehículos eléctricos estadounidenses.
Por ello, advirtió de que usará los mecanismos establecidos en el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá para combatir los subsidios en vigor desde julio de 2020.
Esta queja surge mientras el sector automotriz mexicano afronta un año difícil por la escasez de chips semiconductores, por lo que en septiembre pasado experimentó un desplome anual de 33 % en la producción de vehículos ligeros y de 24 % en las exportaciones.
Antes, la Secretaria de Economía de México, Tatiana Clouthier, en conferencia de prensa emitió un pronunciamiento señalando que la disposición de Estados Unidos es “discriminatoria” e, incluso, advirtiendo de emitir “todo tipo de represalias” comerciales.
Al menos 25 países con una desarrollada industria automotriz enviaron un documento al Congreso de Estados Unidos expresando su preocupación ante la política de créditos fiscales para incentivar la compra de autos eléctricos que pretende impulsar el presidente estadounidense Joe Biden.
La tensión en Norteamérica ocurre cuando distintos países incentivan a los ciudadanos para que cambien sus vehículos tradicionales por eléctricos, aunque algunos componentes de estos últimos también causan daño ambiental.
El director de la Red de Litio y Salares de la Universidad de Chile, Gonzalo Gutiérrez, dijo a RT Español que el discurso sobre la energía verde es un mito y que los desechos de la fabricación de coches eléctricos se concentran en los países subdesarrollados.
Mientras, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo que propuso a Estados Unidos armonizar los beneficios fiscales concedidos a la industria de vehículos eléctricos con el fin de evitar un conflicto comercial con Washington, cuyo plan de subsidios amenaza el sector automotriz canadiense.
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