En 2013, durante un trabajo de periodismo investigativo en el que se intentaba mostrar la conexión de Australia con el golpe de Estado en Chile, en 1973, la periodista Florencia Melgar de Radio SBS entrevistó a Adriana Rivas.
Esa entrevista, que se convirtió en una pieza sustancial del posterior pedido de extradición, mostró que Rivas, a pesar de tener cuentas pendientes con la justicia chilena y luego de escapar clandestinamente hacia Australia a través de Argentina, estaba viviendo en Sydney.
Adriana Rivas, quien fue secretaria de la Dina y posteriormente se convirtió en agente de dicha organización, está acusada de secuestro agravado de siete personas cuyos cuerpos nunca fueron encontrados.
Una de las víctimas es Fernando Alfredo Navarro Allendes, quien era el líder de la CUT y miembro del Comité Central del partido Comunista.
Durante su entrevista con Radio SBS, Adriana Rivas alegó su inocencia.
En los últimos días, y cuando se cumplen seis meses de que la justicia chilena reenviara su pedido de extradición, pues el previo había sido devuelto para que se reformulara, la Campaña Nacional por la Verdad y la Justicia, decidió reactivar su presión al gobierno Australiano.
Pilar Aguilera, miembro de la campaña, contó a Radio SBS que Mark Dreyfus, el Fiscal General de la Oposición, el Senador del Partido Verde Nick McKim y el diputado laborista Julian Hill, están apoyando la campaña.
En una reciente comparecencia ante una comisión senatorial, funcionarios de la Fiscalía se limitaron a responder que no comentan "sobre casos particulares de personas requeridas por la justicia de otro país hasta que la persona no haya sido arrestada en Australia, para no alertarla y evitar que se escape".
"Seis meses es suficiente" dice Aguilera, quien agrega que Rivas "debe responder ante la justicia chilena, una oportunidad que no tuvieron la víctimas".
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