Australia preparada ante el COVID-19, pero no será inmune al impacto económico

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Source: AAP Image/Mick Tsikas

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Australia declara que es uno de los países mejores preparados para afrontar una crisis sanitaria por una pandemia, pero admite que no está inmune a su impacto económico, en un contexto en el que se teme un contagio en Gold Coast por una mujer que retornó de Irán.


Australia ha implementado un plan de emergencia contra el coronavirus ante la posibilidad de que se convierta en pandemia, en un momento en que se teme de que el COVID 19 se propague en la comunidad, algo que había evitado el gobierno australiano con sus fuertes medidas de cuarentena.

Este fin de semana las autoridades australianas creen que unas 40 personas han estado expuestas al coronavirus en un salón de belleza de Gold Coast, después de que una trabajadora diera positivo a las pruebas para detectar al nuevo coronavirus tras retornar de Irán.

El problema es que muchos de los clientes del Hair Plus Salon pagaron en efectivo y no pueden rastrearlos.

Los expertos creen que la posibilidad de que la mujer de 63 años, bajo atención médica, contagie a otros es bajo dado que esta mujer pasó unos 15 minutos con sus clientes.

Asimismo otro de los australianos que estuvieron varados en crucero Diamond Princess en Japón y que fueron puestos en cuarentena en Darwin también dio positivo, lo que eleva a 25 el número de contagiados en nuestro país.

Australia ha impuesto una restricción de viaje a Irán, similar al impuesto a China, lo que significa que cualquier persona, a excepción de residentes y ciudadanos,  debe pasar 14 días en un tercer país antes de entrar a nuestro territorio.

Esta semana, el primer ministro australiano anunció la activación del plan de emergencia contra el coronavirus al considerarla una pandemia, pese a que la Organización Mundial de la Salud no la ha declarado como tal.

Morrison ha salido rápidamente a la palestra para responder a la crisis del coronavirus aún mellado por las apabullantes críticas que recibió por irse a Hawaii en plena crisis de los recientes incendios forestales  y en un escenario político con los escándalos de las financiaciones deportivas a electorados en donde quería captar votos y la polémica sobre los fondos rurales a una piscina de North Sydney.

Lo que sí recalcó Morrison es que Australia está bien preparada e instó a la gente a no entrar en pánico y seguir con su vida diaria.

En este plan, los médicos, los especialistas y los centros de cuidados de ancianos serán el centro de atención de primera línea de la respuesta de Australia a la inminente posibilidad de una pandemia de coronavirus.

El viernes, el ministro de Salud, Greg Hunt, se reunió con sus pares estatales se reunieron para coordinar estrategias y tranquilizar al público sobre la preparación del país.

Mientras que los estados se asegurarán de que sus hospitales estén listos, la Commonwealth también trabajará para equipar a los médicos de primera línea, especialistas y centros de atención de ancianos, que podrían ser los más vulnerables a un brote mortal.

 Esto será respaldado con una reserva nacional de veinte millones de mascarillas de protección, aunque por el momento no es necesario usarlas ahora ya que el riesgo de transmisión es muy bajo. 

El jefe médico del gobierno Brendan Murphy dio un mensaje de tranquilidad sobre la preparación del sistema para afrontar una crisis como esta

En el caso extremo de que el coronavirus se propague en Australia se cerrarían escuelas y guarderías,  aunque por ahora no es necesario como remarcó la ministra de Salud de Victoria., Jenny Mikakos.

Más que en el plano de la Salud, la alerta está en el impacto económico de este virus, que se suma al daño causado por los incendios forestales, que han matado a 33 personas, arrasado con más de dos mil casas y un territorio tan grande como el que ocupa Uruguay.

El coronavirus ya arrasó con más de doscientos mil  millones de dólares, una de las máximas pérdidas registradas desde la crisis financiera internacional.

El gobierno ya ha adelantado que su gran promesa electoral, de retornar a un superávit en el presente año fiscal, adelantando que el coronavirus puede impactar en la cadena de suministros y en diversos sectores más allá del turismo y la educación, que depende del dinero que aportan los estudiantes internacionales.


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