Si no actuamos ya, cada vez más personas mayores se quedarán sin hogar en Australia.

El número creciente de australianos mayores está exponiendo la escasez de opciones de vivienda y servicios para satisfacer sus necesidades, lo que los coloca en un riesgo cada vez mayor de quedarse sin hogar.

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Uno de los desafíos más urgentes que enfrentan los australianos mayores es encontrar un alojamiento seguro con las comodidades adecuadas. Y a medida que crece el número de personas mayores, aumenta la presión para proporcionar viviendas que satisfagan sus necesidades. Podemos enfrentar en los próximos años una seria crisis de ancianos sin hogar.

Un nuevo informe de Mission Australia ha hecho un llamamiento a todos los niveles de gobierno para que actúen inmediatamente sobre la escasez crítica de vivienda adecuada y servicios de apoyo para los australianos mayores en riesgo de quedarse sin hogar.

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Una mirada a la trayectoria del envejecimiento de la población de Australia da una idea clara de la urgencia de este tema.

Hoy, el 16% de nuestra población tiene más de 65 años. Para el año 2101, el 25% de los australianos probablemente tenga más de 65 años. Las personas mayores de 55 años ya representan alrededor del 17% de la población sin hogar, y es probable que esta cifra crezca.

La vivienda asequible y los servicios relacionados de cuidado de ancianos ya son escasos. Evidencia de esto es el creciente número de personas mayores sin hogar que buscan ayuda de servicios especializados para personas sin hogar.

¿Por qué las personas mayores están en mayor riesgo?

Los australianos mayores enfrentan los mismos riesgos de caer en la falta de vivienda que los demás. Pero también enfrentan desafíos adicionales relacionados con el envejecimiento. Estos incluyen cambios físicos y cognitivos, capacidad de ingresos reducida y cambios familiares, además de la falta de alternativas de vivienda adecuadas. Todos estos factores pueden poner a las personas mayores en mayor riesgo de quedarse sin hogar.

El alojamiento autofinanciado simplemente no es una opción para muchos australianos mayores. Muchos dependen de la seguridad social o la vivienda social para cubrir los gastos de alojamiento y manutención.

Los pagos de la pensión de la edad son modestos, un máximo de $407 por semana para personas solteras y de $613.60 para parejas, lo que podría ser suficiente si las personas tienen una jubilación adecuada y son propietarias de su hogar cuando se jubilen. Una situación que no está al alcance de muchos de ellos.