El senador del partido Katter's Australia Party, Fraser Anning, quiere que los musulmanes sean excluidos de la inmigración de Australia, y que se prohiban los pagos de asistencia social a todos los inmigrantes en los primeros cinco años en Australia.
Dirigiéndose al parlamento por primera vez, Fraser Anning habló de crear un programa de inmigración que complemente los valores "cristianos europeos", y pidió la prohibición de inmigrantes musulmanes a Australia.
El senador señaló que hay numerosas razones por las que opina que los musulmanes y Australia no se mezclan.
"El historial de los musulmanes que se encuentran en este país, en términos de índices de delincuencia, dependencia en el sistema de bienestar social y terrorismo son los peores, comparado con todos los otros inmigrantes, y los números superan a cualquier otro grupo de inmigrantes.
"La mayoría de los musulmanes en Australia en edad de trabajar no trabajan, y viven de los pagos de la oficina de bienestar social. Los musulmanes en Nueva Gales del Sur y Victoria tienen tres veces más probabilidades que otros grupos de ser encontrados culpables de crímenes", dijo el senador Anning.
"Tenemos bandas negras musulmanas aterrorizando a Melbourne, tenemos simpatizantes de ISIS que tratan de ir al extranjero para luchar junto a ISIS y aunque todos los musulmanes no son terroristas, ciertamente todos los terroristas en estos últimos tiempos son musulmanes. Entonces, ¿por qué alguien querría traer más de ellos aquí? ", señaló.
El Senador Anning añadió que cree que muchas de las personas que dicen ser solicitantes de asilo son en realidad "buscadores de pagos de la oficina de bienestar social", y que buscan aprovecharse del sistema.
Su respuesta es evitar que los inmigrantes reciban asistencia social durante los primeros cinco años después de llegar a Australia.
Ha demandado también una votación pública para determinar quién puede ser un inmigrante australiano y quién no.
"La solución final al problema de la inmigración, por supuesto, es una votación popular. Ciertamente no necesitamos un plebiscito para reducir los números de inmigración, solo necesitamos un gobierno que esté dispuesto a introducir una política de población sostenible, poner fin a las visas 457 que le roban trabajos a los australianos, e incluir condiciones en las visas de estudiantes extranjeros para que regresan al país de donde vinieron.
"Para lo que sí necesitamos un plebiscito, es para decidir quién viene aquí ", declaró Anning.
El discurso ha provocado críticas en varios sectores de la sociedad.
El vicepresidente del Consejo Islámico de Victoria, Adel Salman dijo que el discurso de Anning no merece nada más que ser condenado.
Salman expresó inquietud sobre el impacto de sus palabras sobre el público y los políticos .
"Dan espacio a que expresen perspectivas extremas y que lo hagan con confianza porque sienten que tienen impunidad para poder decir estas cosas.
"Quiero pensar que nunca estaríamos en esa situación porque significaría el retorno a los tiempos oscuros de la política de inmigración de Australia.
"Dentro de los partidos políticos extremos probablemente existen puntos de vista muy similares, que quieren volver a la política de White Australia- Australia Blanca- y quieren eliminar la diversidad que ha convertido a Australia en un gran lugar para vivir", señaló el vicepresidente del Consejo Islámico de Victoria, Adel Salman.
En declaraciones a SBS News, el Comisionado de Discriminación Racial Tim Soutphommasane describió el discurso de Anning como "profundamente inquietante".
"Sus palabras incrementan el riesgo de incitar odio y violencia contra los musulmanes. Cualquier persona que sepa algo sobre la historia australiana sentirá escalofríos al escuchar las palabras de Fraser Anning", dijo el comisionado.
Dirigiéndose al parlamento después del discurso del senador Anning, el laborista Tony Burke acusó al parlamentario de odiar a la "Australia moderna".
"Aquí escuchamos otro discurso menospreciando a los australianos. Otro discurso que divide a la nación. Otro discurso que quiere abrir el debate.
"Los australianos musulmanes, los australianos africanos, los australianos chinos, los australianos judíos, los australianos griegos y los australianos italianos han sido objeto de prejuicios y fanatismo, y vemos que la intolerancia de hoy no es diferente a la de ayer", declaró el laborista Burke.
El senador Anning ha rechazado todas las críticas, calificándolas de "infundadas y ridículas" y acusó a sus críticos de querer cerrar el debate sobre la inmigración.
En una declaración, el líder de los Verdes, Richard Di Natale, instó al senador a disculparse por los comentarios que él califico de "repugnantes, racistas, fanáticos, y no tienen lugar en nuestra sociedad, y mucho menos en nuestro parlamento".
Por su parte el gobierno federal se ha distanciado de los comentarios del senador.
En Twitter, el ministro de Asuntos Multiculturales, Alan Tudge, dijo que "no reflejan los puntos de vista del Gobierno ni las opiniones de los australianos imparciales", y aseguró al público que "siempre mantendrá un programa de inmigración no discriminatorio".
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