Más control en venta de gas letal tras suicidio-homicidio de familia colombiana en Sídney

Las empresas que vendieron y distribuyeron monóxido de carbono en Sídney al padre colombiano presunto autor del suicidio-homicidio en el que murieron su esposa y sus dos hijos autistas realizaron cambios en sus prácticas, pero admitieron que se puede hacer más para prevenir este tipo de tragedia.

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The order of service for the funeral for the Manrique family at the Holy Name Parish in Sydney on Monday, Oct. 31, 2016. Source: AAP

Fernando Manrique, de 44 años, y su esposa María Lutz, de 43, estaban a punto de divorciarse cuando fueron hallados muertos en octubre dentro de su vivienda en el norte de Sídney, junto a sus dos hijos Elisa, de 11, y Martin, de 10, ambos con autismo, así como el perro de la familia, Tequila.

 En el alegato de apertura, el abogado asistente Adam Casselden dijo la víspera ante el Tribunal de Instrucción de Lidcombe que “hay pocas dudas” de que Manrique es el responsable de las muertes. También dijo que la familia pasaba por problemas financieros y el presunto autor del crimen tenía una amante en Filipinas de 17 años de edad.
Manrique pagó 400 dólares para que le entreguen el gas mortal, que según se explicó hoy ante el tribunal, tiene especificaciones sobre su uso industrial.

El gas fue adquirido a BOC.

Tras la tragedia, la empresa eliminó el monóxido de carbono de la lista en su portal de internet para restringir su compra únicamente a los clientes autorizados, dijo el gerente de producción de la empresa, Robert Brittliff.

Asimismo se debe rellenar desde entonces una declaración sobre fines de uso, de forma obligatoria, si se quiere adquirir el producto.

Por último, si el conductor sospecha de que el gas no será utilizado adecuadamente, entonces, éste puede evitar su entrega.

La entrega a una vivienda está prohibida desde la muerte de los Manrique-Lutz.

Pero si un cliente logra engañar a la empresa a través de la declaración, es probable que tenga éxito en su fin, admitió Brittlif.

“Me preocupa que si uno logra engañar en ese proceso una vez, no podemos hacer mucho para evitar que lo haga otra vez”, precisó.

La empresa de camiones Linfox dijo que sus conductores tienen el poder de decidir si entregan los productos a sus clientes.

“Linfox ha empoderado a los conductores para que hagan preguntas si creen que algo no está bien”, precisó el ejecutivo Simon Livingstone en la investigación.

Livingston admitió que sería de ayuda que los conductores tengan consigo copias de las declaraciones entregadas por los clientes a BOF para poder preguntar sobre el uso del monóxido de carbono.

Pero admite que los usos altamente científicos puede confundir o suponer un reto para los conductores.
Si usted tiene ideas suicidas llame a las líneas de ayuda Lifeline 13 11 14; beyondblue 1300 22 4636

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Published 9 April 2019 2:48pm
Presented by Spanish
Source: AAP


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