Con el despliegue de la vacuna de Pfizer para niños de cinco a 11 años a partir de este lunes 10 de enero de 2022, le preguntamos a un epidemiólogo cómo difieren los consejos sobre las dosis y los riesgos en comparación con los adultos.
A partir del 10 de enero, los niños australianos de entre cinco y 11 años podrán recibir la vacuna COVID-19 de Pfizer siguiendo las recomendaciones emitidas por el Grupo Asesor Técnico Australiano (ATAGI), que el gobierno ha aceptado.
El anuncio se produce tras la aprobación provisional por parte de la Administración de Productos Terapéuticos (TGA) el 5 de diciembre, que se basó en los resultados de un ensayo clínico que demostró que la vacuna en este grupo de edad era eficaz y los efectos secundarios leves y transitorios.
El ministro de Sanidad, Greg Hunt, dijo que la decisión de Pfizer daría a los padres confianza y capacidad de elección.
"Protege a nuestros niños, protege a sus familias y protege a sus escuelas, por lo que son pasos realmente importantes", dijo.
Puntos destacados:
- Australia comenzará a vacunar contra la COVID-19 a los niños entre cinco y 11 años.
- La vacuna que se les inoculará será la Pfizer.
- Los resultados de un ensayo clínico demostró que la vacuna en este grupo de edad era eficaz y los efectos secundarios leves y transitorios.
- La ATAGI ha recomendado un intervalo de ocho semanas entre las dos dosis de la vacuna, pero éste puede acortarse a tres semanas en circunstancias especiales, como en el caso de los brotes.
- Para los niños de cinco a 11 años, se administra una dosis de 10 microgramos. Para los mayores de 12 años, es de 30 microgramos.
La ATAGI ha dicho que debería haber un "suministro adecuado" de la vacuna de Pfizer para vacunar a todos los niños de cinco a 11 años en Australia.
¿Cuándo puedo vacunar a mi hijo?
El despliegue de la vacuna de Pfizer (Comirnaty) -una vacuna de ARNm- para los niños de cinco a 11 años comenzará el 10 de enero, a tiempo para el inicio del curso escolar.
Los padres, cuidadores y tutores pueden reservar citas y las vacunas estarán disponibles a través de los médicos de cabecera, los Servicios de Salud Aborígenes, las farmacias comunitarias y las clínicas estatales y territoriales.
La ATAGI ha recomendado un intervalo de ocho semanas entre las dos dosis de la vacuna, pero éste puede acortarse a tres semanas en circunstancias especiales, como en el caso de los brotes.
Los niños de entre cinco y 11 años con factores de riesgo médico de enfermedad grave, los niños aborígenes y de las islas del Estrecho de Torres, y los niños que viven en condiciones de hacinamiento o en zonas de brotes son los que más se benefician de la vacunación con COVID-19, dado su mayor riesgo de resultados graves y/o de exposición, dijo la ATAGI.
Los niños de entre cinco y 11 años que hayan tenido previamente una infección por COVID-19 pueden recibir la vacuna una vez que se hayan recuperado de su enfermedad.
La aprobación "provisional" de Pfizer para este grupo de edad significa que es válida durante dos años, durante los cuales la TGA seguirá evaluándola en función de los datos nacionales e internacionales que vayan surgiendo.
La vacuna Moderna -también de ARNm- sigue siendo estudiada por la TGA y la ATAGI para su uso en niños de entre cinco y 11 años, y se espera que la decisión se tome en las próximas semanas.
¿Cuál es la dosis recomendada para los niños?
La dosis recomendada para los niños difiere de la que se aplica a los adultos.
Para los niños de cinco a 11 años, se administra una dosis de 10 microgramos. Para los mayores de 12 años, es de 30 microgramos.
Para vacunar a los niños de cinco a 11 años se utilizarán viales con tapón naranja, a diferencia de los grises o morados que se utilizan para los grupos de mayor edad.
"Eso ayudará a los proveedores a saber cuáles son las que sacan de la nevera", dijo la profesora Alexandra Martiniuk, catedrática de epidemiología de la Universidad de Sídney.
Los niños que cumplan 12 años después de su primera dosis pueden recibir la formación para adolescentes/adultos de la vacuna COVID-19 de Pfizer para completar su curso de vacunación primaria.
¿Por qué vacunar a los niños?
Aunque el riesgo de que los niños desarrollen casos graves de COVID-19 es bajo, una pequeña proporción de los niños que contraen el virus pueden enfermar gravemente, lo que provoca hospitalizaciones y la muerte.
Entre marzo y octubre, más de 1,9 millones de niños de entre cinco y 11 años en Estados Unidos dieron positivo en las pruebas de COVID-19, según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Más de 8,300 fueron hospitalizados y 94 murieron.
La Unión Europea, Canadá e Israel también han autorizado a Pfizer para los niños más pequeños, mientras que alrededor del 10% de los niños de cinco a 11 años en EE.UU. ya han recibido su primera dosis.
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"En Australia, alrededor de una quinta parte de los casos de COVID han sido menores de 12 años, lo que es una cifra considerable", dijo el profesor Martiniuk.
Este grupo de edad también es susceptible de padecer el síndrome inflamatorio MIS-C, a veces mortal, que puede desencadenar la COVID-19.
"Aunque normalmente contraen una enfermedad leve o COVID asintomática, algunos de ellos pueden enfermar, y algunos de ellos están en hospitales, en UCI y, obviamente, en el extranjero, estamos viendo un pequeño número de niños que mueren debido al COVID", dijo el profesor Martiniuk.
Un informe reciente del Instituto de Investigación Infantil Murdoch sugiere que el COVID puede no ser tan frecuente en los niños como en los adultos, pero los niños de entre cinco y 11 años pueden experimentar síntomas como dolor de cabeza, fatiga, trastornos del sueño, dificultades de concentración y dolor abdominal hasta tres meses después de contraer el virus.
"Así que, dado que es una vacuna muy segura y eficaz, es una gran oportunidad para vacunar a los niños de cinco a 11 años", dijo el profesor Martiniuk.
¿Existen riesgos al vacunar a los niños?
La TGA examinó detenidamente los amplios datos de los ensayos clínicos realizados en países como Estados Unidos, Finlandia, Polonia y España antes de tomar la decisión reglamentaria.
Las reacciones adversas más frecuentes observadas en los ensayos fueron dolor en el lugar de la inyección, enrojecimiento e hinchazón, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular y escalofríos.
"Se trata de efectos secundarios similares a los observados en adolescentes y adultos, por lo general muy leves", dijo el profesor Martiniuk.
La profesora Fiona Russell, del Instituto de Investigación Infantil Murdoch, dijo que era importante tener en cuenta que millones de niños ya han recibido dos dosis de la vacuna en Estados Unidos y que la vigilancia de la seguridad ha determinado que es segura.
"Esta vacuna ha sido bien tolerada, produce una buena respuesta inmunitaria y es muy eficaz contra la infección por el SARS-CoV-2 en un ensayo clínico", dijo en un comunicado el lunes.
La miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y la pericarditis (hinchazón e irritación del tejido que rodea al corazón) son dos efectos secundarios extremadamente raros de la vacuna.
En los Estados Unidos, menos de 200 hombres por millón y menos de 30 mujeres por millón en el grupo de edad de 12 a 15 años declararon haber desarrollado miocarditis.
"Aunque todavía no hay datos publicados sobre la aplicación en niños de cinco a 11 años, no hay informes anecdóticos sobre que los niños hayan experimentado ningún efecto secundario grave. Esto es muy tranquilizador", declaró el lunes Sanjaya Senanayake, especialista en enfermedades infecciosas y profesor asociado de medicina en la Universidad Nacional de Australia.
¿Será eficaz la vacuna contra Ómicron?
Científicos y expertos en salud de todo el mundo corren contrarreloj para averiguar los pormenores de Ómicron, designada como variante preocupante de COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud.
Los primeros informes en EE.UU. han sugerido que el virus puede ser más transmisible que otras variantes como Delta, pero no es tan peligroso.
"Hasta ahora, no parece que tenga un gran grado de gravedad", dijo el lunes a la CNN el principal asesor médico del presidente Joe Biden, Anthony Fauci.
Aunque todavía no tenemos datos sobre la eficacia de la vacuna, según el profesor Martiniuk, "hay una muy buena sensación de que las vacunas tendrán cierta eficacia. No es un interruptor de encendido y apagado".
"No es 'no efectivo' o 'sí efectivo', va a haber un grado de efectividad", dijo.
¿Será este el fin de los cierres de escuelas?
Más de 270 escuelas de Nueva Gales del Sur tuvieron que cerrar debido a los brotes de COVID-19 en octubre y noviembre. Alrededor de dos tercios de ellas eran escuelas primarias, donde la mayoría de los niños no cumplían los requisitos para ser vacunados. También se vieron afectadas unas 300 guarderías.
Los brotes de COVID-19 también han provocado el cierre imprevisto de escuelas en Victoria. Treinta y seis de los 51 conglomerados de COVID-19 enumerados la semana pasada eran escuelas.
"[Debido a Ómicron], hay demasiadas cosas en el aire como para decir con certeza cómo resultarán las cosas", dijo el profesor Martiniuk.
"[Pero] sabemos que tener una vacuna reduce las posibilidades de contraer COVID-19 y reduce las posibilidades de transferirlo a otra persona. Así que tener a los niños vacunados reducirá las posibilidades de que un niño lleve el COVID-19 a la escuela o se contagie en ella, o se lo transmita a otra persona."
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Giornale radio domenica 9 gennaio 2022
