"Nosotros le damos la bienvenida a todas las personas de todos los orígenes en Australia. Tenemos una política de inmigración no discriminatoria", dijo el ministro de Inmigración de Australia, David Coleman, desde Newcastle. “La gente es bienvenida en Australia, siempre y cuando deseen seguir los valores australianos, mediante el estado de derecho, y por supuesto, se comporte de forma pacífica”, agregó el ministro, al insistir que “si alguien comete un crimen, más allá de su bagaje cultural, cualquiera que sea, la ley se aplica con igualdad para todos”.
La nueva reacción del gobierno tras la marcha de St Kilda el sábado se dieron el lunes, poco después de que el senador independiente Fraser Anning, conocido por haber propuesto la “Solución final” nazi contra la inmigración y defender la fallecida política de la Australia blanca, se expresara en favor de vetar la entrada de sudaneses y musulmanes.
Anning había participado el sábado en la marcha en la playa de St Kilda, en Melbourne, que fue organizada por dos conocidos ultraderechistas del Frente Patriótico Unido y en la que algunos hicieran el saludo nazi.
Para el experto en criminología de la Universidad de Macquarie, en Sídney, el mexicano Rolando Ochoa, “este tipo de marchas y eventos, que son parte de un movimiento más global que no solo se dan en Australia, a raíz del resurgimiento de la extrema derecha en el mundo desarrollado...son más que nada una movilización política que no está reflejada en cifras reales”.
Police separated far-right groups from anti-racism demonstrators at St Kilda beach. Source: AAP
“Tristemente lo que hemos visto es que (algunos) políticos usan estos discursos de miedo señalando específicamente a estas pandillas de personas de origen africano que participan muy poco en el crimen real y lo que se está generando es un ambiente de miedo y de ciertaparanoia”, comentó Ochoa a SBS Español.
Anning aviva más el fuego con declaraciones contra la inmigración
El lunes, el senador del estado nororiental de Queensland argumentó que participó en esa marcha debido a las preocupaciones en torno a la expansión en Australia de las actividades delictivas de las "pandillas sudanesas", a las que se le atribuyen una serie de robos y agresiones en la sureña ciudad de Melbourne.
"No traería a ningún musulmán ni sudanés a país...lo vetaría y si alguno comete un crimen lo mandaría de vuelta al lugar del que vinieron", comentó Anning al Canal 9 de la televisión local.
Ya el domingo, el primer ministro australiano, Scott Morrison, había criticado "las feas protestas racistas".
"Los australianos no se oponen a la inmigración ni son racistas. Las preocupaciones genuinas de los australianos justos son sobre los niveles de inmigración, el control de fronteras o la ley y el orden, lo que no debe ser usado para encubrir o promover agendas horribles agendas racistas y de odio".
Según cifras de la Agencia de Estadísticas Criminales del estado de Victoria, cuya capital es Melbourne y en donde reside una gran parte de los inmigrantes africanos, el 71 por ciento de las agresiones son cometidos por personas nacidas en Australia, mientras que los sudaneses representan el 1 por ciento.
"Las cifras dicen que las minorías étnicas perpetran muy poco de los crímenes, en comparación con otras poblaciones...una vez más volvemos al discurso político cuando, al final del día, Australia es uno de los países más seguros del planeta", dijo a Efe el criminólogo de la Universidad de Macquarie, Rolando Ochoa.
Los africanos y musulmanes son los “bad hombres” de Australia.
Al ser preguntado si los africanos y musulmanes son los “bad hombres” de Australia, en alusión a la famosa frase del presidente estadounidense, Donald Trump, para justificar la construcción de su muro en la frontera con México, Rolando Ochoa comentó que “es válida hacer la comparación”.
“Lo que vemos aquí, como en Estados Unidos, es discurso político nacionalista anti-inmigrantes que busca agitar sentimientos nacionalistas en cierto sector de la población, (ya sea) para votar en las elecciones o para votar por una cierta serie de políticas”.
“El discurso de muchos políticos australianos refleja también esta visión del otro, de 'bad hombres' como las pandillas africanas, los mexicanas, los salvatruchas. Todo esto tiene un hilo, que es utilizar(lo) en contra de aquellos que son diferentes, como los mexicanos o los africanos, para ganar cierto apoyo político. Es algo que hemos visto en Europa, en Estados Unidos ...y tristemente lo vemos más y más en Australia”, recalcó.
Ochoa se refirió a las cifras sobre la tasa de crímenes en Australia, que en su mayoría son cometidos por australianos. Recientemente unas cifras oficiales de Victoria mostraban que los delincuentes de origen sudanés representaban el 1 por ciento del universo de los perpetradores de estos crímenes, mientras más de un 70 por ciento eran cometidos por los locales.
Source: Facebook
“Las cifras no mientan en la época de postverdad, las cifras reflejan que las minorías étnicas como las hispanas u otras como las musulmanas perpetran muy pocos crímenes en comparación con otras poblaciones...Entonces, volvemos una vez más a este discurso político”.
“Al final del día, Australia es uno de los países más seguros del planeta y tiene cifras delictivas muy bajas comparados con países desarrollados, es un país seguro y en general hay tendencia a la baja de delitos en Australia, que en el pasado era un país más peligroso que hoy”, precisó el experto en criminología al precisar que los crímenes más graves son los de la violencia doméstica y contra las mujeres.
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